La provocación continua se encuentra destapada en las prendas que J.W Anderson presentó para el invierno 2013. Menswear y Womenswear son dos reglas sincronizadas en
este tiempo- el de Anderson- que logran una identidad ficcional entre lo que
Anderson describe como "burgués" y "kinky”.
Una delicada selección
de piezas superiores, cubre torsos y brazos de manera contundente como
hacen también los alucinantes "bustiers" que se muestran audaces con aberturas verticales a ambos lados y al centro del torso. Los
gráficos de esta colección son vistosas circunferencias de múltiples colores
primarios y algunas discretas tijeras y cercas.
Capas, sacos y camisas largas-muy largas- materializadas con sobrada elegancia.Los sugerentes vuelos y dobladillos escalaron pantaloncillos cortos , la locura de algunos pantalones sastre con el reverso de los bolsillos de manera sobresaliente en los muslos.
Sus botas ,adornadas con dobladillos de piel, marcharon sobre lo que fue una desconcertante presentación en la semana de la moda masculina londinense.
Capas, sacos y camisas largas-muy largas- materializadas con sobrada elegancia.Los sugerentes vuelos y dobladillos escalaron pantaloncillos cortos , la locura de algunos pantalones sastre con el reverso de los bolsillos de manera sobresaliente en los muslos.
Sus botas ,adornadas con dobladillos de piel, marcharon sobre lo que fue una desconcertante presentación en la semana de la moda masculina londinense.
Cualquiera que se
sobresalte con este espécimen de hombre- de piernas musculosas y titánicas- súper moderno, renuncia a
pensar en los vestigios de una civilización de hombres armados que renacen con
“petos” de piel y vestidos de lana que alzan a manera de arma un
arquetipo muy sensato.
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